Bueno, por fin vamos a contaros cómo fue la salida a la fábrica Fushima. Suponemos que algo os hayan contado ya vuestros hijos e hijas porque emocionados... estaban un rato!
Ya
desde que llegaron al aula no pararon de preguntar a qué hora era la
"excursión". Asi que imaginaros cómo estuvieron durante toda la
mañana... Ya a las 11.45h estaba el autobus puntual esperándonos en
Tetuán. Por parejas fueron sentándose y no pararon de contar que si
por ahi se va a su casa, que por allá vive su abuela, que mira un
túnel... wwwoooooowwwww... y por supuesto: ¿Cuándo llegamos?
jajajajajajjaa.
Llegamos a Guarnizo y una
chica muy agradable nos recibió en recepción. Esperamos sentados a los
chicos que nos pusieron unos videos acerca de la importancia de una
buena higiene bucodental y otros videos relacionados con lo mismo.
Después dejamos
los abrigos en la entrada para poder estar más cómodos durante el
recorrido por la fábrica y porque hacia mucho calor alli adentro. Nos
repartimos en grupo de 15 personas y comenzamos el recorrido.
Habia que estar
muy atentos porque habia mucho ruido y era dificil enterarse bien de la
explicación si no te parabas a escuchar bien.
Mientras recorriamos aquella fábrica enorme, vimos a muchos trabajadores en sus puestos de trabajo realizando distintas tareas: la fabricación del mango de los cepilllos de dientes que se hacian a partir de una bolitas chiquitinas blancas y fucsias, y se metían a temperatura muy alta. De ahi se formaban los mangos, que hasta quemaban al cogerlos recién salidos de la máquina. También vimos el proceso de colocar las cerdas del cepillo, los peines y cepillos del pelo, etc.
Todo
el personal estuvo muy pendiente de los niños, les escuchaban y se
paraban a explicar detalladamente el uso de cada máquina, les enseñaban
los aparatos, les obsequiaban con alguna cosa de las que encontraban,...
y ell@s tan contentos!!!,
incluso con un cepillo sin "pelitos",
jajajjajaj.
Estuvimos cerca
de una hora alli dentro, y ya a la salida rematamos la salida recibiendo
un regalazo por parte de Fushima: un vaso de color con un dentifrico y
un cepillo de dientes. No había más que verles las caras de felicidad,
aquello parecían los Reyes Magos.
Y con las mismas, nos sacamos unas fotos de grupo y de vuelta al autobus que nos trajo de vuelta al colegio.
Eso fue todo. Una salida muy divertida, pedagógica e interesante.
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